viernes, 30 de septiembre de 2011


Ejercicio físico y Depresión.



La depresión (del latín depressu, que significaba «abatido» o «derribado») es un trastorno del estado de ánimo, ya sea desde el punto de vista de lapsicología o desde el punto de vista de la psiquiatría, pero siempre dentro del ámbito de la psicopatología. Según el modelo médico, la psiquiatría la describe como un trastorno del estado de ánimo y su síntoma habitual es un estado de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente.
El término médico hace referencia a un síndrome o conjunto de síntomas que afectan principalmente a la esfera afectiva: la tristeza patológica, el decaimiento, la irritabilidad o un trastorno del humor que puede disminuir el rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital habitual, independientemente de que su causa sea conocida o desconocida. Aunque ése es el núcleo principal de síntomas, la depresión también puede expresarse a través de afecciones de tipo cognitivo,volitivo o incluso somático. En la mayor parte de los casos, el diagnóstico es clínico, aunque debe diferenciarse de cuadros de expresión parecida, como los trastornos de ansiedad. La persona aquejada de depresión puede no vivenciar tristeza, sino pérdida de interés e incapacidad para disfrutar las actividades lúdicas habituales, así como una vivencia poco motivadora y más lenta del transcurso del tiempo. Su origen es multifactorial, aunque hay que destacar factores desencadenantes tales como el estrés y sentimientos (derivados de una decepción sentimental, la contemplación o vivencia de un accidente,asesinato o tragedia, el trastorno por malas noticiaspena, y el haber atravesado una experiencia cercana a la muerte). También hay otros orígenes, como una elaboración inadecuada del duelo (por la muerte de un ser querido) o incluso el consumo de determinadas sustancias (abuso de alcohol o de otras sustancias tóxicas) y factores de predisposición como la genética o un condicionamiento educativo. La depresión puede tener importantes consecuencias sociales y personales, desde la incapacidad laboral hasta el suicidio. Desde la biopsiquiatría, a través de un enfoque farmacológico, se propone el uso deantidepresivos. Sin embargo, los antidepresivos sólo han demostrado ser especialmente eficaces en depresión mayor/grave (en el sentido clínico del término, no coloquial).1








El término en psicología de conducta (ver terapia de conducta o modificación de conducta) hace referencia a la descripción de una situación individual mediante síntomas. La diferencia radica en que la suma de estos síntomas no implica en este caso un síndrome, sino conductas aisladas que pudieran si acaso establecer relaciones entre sí (pero no cualidades emergentes e independientes a estas respuestas). Así, la depresión no sería causa de la tristeza ni del suicidio, sino una mera descripción de la situación del sujeto. Pudiera acaso establecerse una relación con el suicidio en un sentido estadístico, pero tan sólo como una relación entre conductas (la del suicidio y las que compongan el cuadro clínico de la depresión). Es decir, en este sentido la depresión tiene una explicación basada en el ambiente o contexto, como un aprendizaje desadaptativo.





¿Puede el ejercicio en realidad mejorar mi estado de mal ánimo?
Sí. Una caminata a paso brioso tres veces a la semana puede ayudarle a recuperarse de una depresión en menos tiempo, puede disminuir la severidad de la misma, e incluso puede prevenir desde un principio que sea afectado por la melancolía o la tristeza. Docenas de estudios clínicos han demostrado que el ejercicio puede de manera significativa aliviar síntomas físicas y emocionales en personas que sufren de la depresión clínica. Otros estudios han demostrado que personas de cualquier edad, sea usted joven o en edad avanzada, sufrirán menos problemas físicos y mentales tanto como gozaran de un mejor auto-estima al seguir un régimen fijo de ejercicio.

En un estudio clínico, se planteó que un grupo de estudiantes universitarios que hacían ejercicios aeróbicos durante cinco semanas se sobrepuso de forma más plena y más rápida de los sucesos estresantes de la vida que aquellos que practicaban técnicas para relajarse. De hecho, un estudio que siguió un grupo de pacientes entre 50 y 77 años de edad encontró que un régimen fijo de ejercicio ayudaba tanto para aliviar síntomas de depresión como tomar medicamentos, según un reportaje en la edición del 25 de octubre de 1999 de Archives of Internal Medicine.

¿Cómo es que el ejercicio puede ayudarle a aliviar la depresión?

El simple hecho de enfocarse tanto mental como físicamente en una actividad rítmica puede ayudarle a aliviar la ansiedad. El ejercicio es una buena manera de acabar con el estrés, no solamente porque alivia la tensión muscular sino que a la vez acelera el ritmo del corazón. Resulta que la combinación relaja el cuerpo y lo hace sentir más despierto. Por lo tanto, se siente más capaz de enfrentar los problemas de la vida. Además, se sentirá mejor sabiendo que está vaciando sus frustraciones en un Stairmaster y no en su pareja o en sus socios.

Si su sueño y apetito han sido afectados por la depresión, el hecho de quemar unas calorías más puede ayudar al cuerpo a encaminarse de nuevo y aumentar su nivel de energía. Claro, ponerse más fuerte y mantenerse en forma lo hace sentir mejor consigo mismo a la vez que realza su sentido de eficacia y control sobre su propia vida. Tampoco es poca cosa saber que puede de vez en cuando rendirse a la tentación de comerse un helado con frutas y nueces sin preocuparse demasiado por los efectos que eso podría tener en sus caderas.

Es imposible decir con plena seguridad que el ejercicio de hecho puede cambiar la química del cerebro. Sin embargo un estudio reciente encontró que una buena sesión de ejercicios puede aumentar su nivel de serotonina, una sustancia química relacionada con el estado de ánimo de uno. El ejercicio intenso también puede estimular la producción de los endorphins, analgésicos naturales que pueden en ocasiones hacerlo sentir eufórico, pero los investigadores no están seguros si esto es suficiente para sacarlo de un estado depresivo.

También existen claros beneficios sociales en el ejercicio que pueden ayudarle a mejorar su estado de ánimo. Pertenecer a un club o encontrarse con amigos para caminar o hacer ejercicios puede disminuir la sensación de aislamiento que puede desarrollar al estar deprimido.

¿Cuáles ejercicios son los mejores para aliviar mi estado de ánimo?

No hay pruebas que confirmen que una clase de ejercicios sea mejor que cualquier otra. La mayoría de los estudios clínicos han investigado el correr u otras actividades aeróbicas. Sin embargo, aquellos estudios que también han comparado los efectos de las actividades de baja intensidad, tales como caminar y ejercicios no-aeróbicos tal como el entrenamiento con pesos, han encontrado que estos tipos de ejercicio son igualmente eficaces en disminuir la ansiedad y la depresión. Para aprovechar los beneficios emocionales ni siquiera necesita lograr un aumento en su fuerza física o capacidad cardiovascular.







¿Cómo puedo esforzarme a hacer ejercicios cuando por poco no puedo levantarme de la cama?

Puede parecerle imposible esforzarse a hacer ejercicios por su cuenta. Si usted está sufriendo de una depresión severa, hable primero con su médico acerca de sesiones de sicoterapia o medicamento, o los dos. Al sentirse un poco recuperado, podría buscar un programa estructurado enfocado en ejercicios que se hacen en grupo y basado en actividades que ha gozado en el pasado.

Pertenecer a un grupo dedicado al gozo de caminar puede ser una buena opción porque puede participar sin que haya alcanzado un nivel de buen estado físico y no requiere ningún entrenamiento o equipo especial.
  
Salir de la casa en sí -- sobre todo si el día está bueno -- le puede ser terapéutico. Comience caminando por cinco a diez minutos al día hasta que alcance los 30 o 45 minutos seguidos. Puede ser que tenga que mantener este régimen por varias semanas antes de sentir una mejoría en su estado de ánimo pero intente hacer de este régimen una costumbre imprescindible. A lo mejor ayudaría pensar en esto como adquirir un nuevo estilo de vida saludable que pretende mantener por vida. Entonces tómelo poco a poco. Los estudios clínicos demuestran que hay que seguir un régimen de ejercicio fijo por al menos cuatro meses seguidos antes de sentir una verdadera mejoría.
  
Recuerde, el ejercicio no puede ser considerado como opción única en el tratamiento de la depresión. Sin embargo, se considera que es una buena actividad para agregar a sesiones de sicoterapia o tratamiento con medicamentos. Si usted padece de una condición médica o no está en una buena condición física, hable con su médico acerca del mejor régimen de ejercicios para usted.

Espero que os sea útil y que veáis que el ejercicio físico no es solo bueno para el cuerpo sino que también lo es para la mente. Saludos.

1 comentario:

  1. Fantástico post sobre la depresión.
    Aunque para combatir la depresion...
    http://hobbyplayers.blogspot.com/
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